En vista que las pocas reservas del gas de Camisea están comprometidas con la exportación y que la utilización del diesel por las centrales hidroeléctricas para la generación de energía incrementa el precio para el consumidor, además, que el petróleo es bastante nocivo para el medio ambiente; el desarrollo de energías renovables -que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables: vientos, luz solar, ríos, entre otros- en el país se presentaba como una alternativa para que el Perú pudiera, por fin, cambiar de matriz energética. Así al menos parecía entenderlo el gobierno que mediante el Decreto Legislativo 1002, publicado en mayo del 2008 y su reglamento cinco meses después, establecía que en mayo del 2009 el Perú debía contar con el Plan Nacional de Energías Renovables. Es decir, el planeamiento de los objetivos energéticos nacionales de mediano y largo plazo, pues para el país es importante diversificar su matriz energética, y no seguir dependiendo de las, ya, escasas reservas de gas de Camisea. Sin embargo, a la fecha el Plan Nacional no ha trascendido el dispositivo legal, pues no se ha elaborado nada. Así lo advirtió el ex viceministro de Energía Pedro Gamio."Hay más de seis millones de peruanos que no tienen acceso a luz, no tenemos un mapa energético actualizado. A pesar de ello, el gobierno no ha cumplido con elaborar el Plan de Energías Renovables", acusó.