Posiblemente usted no lo sepa, pero cuando paga su recibo de luz o consume combustibles en algún grifo, una fracción del monto que cancela podría irse a financiar un puente en Colombia, una escuela en Brasil o el salario de algún empleado público en Italia. ¿La razón? Varias de las empresas del sector eléctrico y de hidrocarburos tienen como principal accionista al Estado. Obviamente, no del Perú, sino de esos países.En los últimos años varias empresas estatales extranjeras han ingresado agresivamente a invertir en el Perú, principalmente en el sector energético, atraídas por las mismas razones que han motivado la llegada de los privados: estabilidad económica, crecimiento del mercado peruano y facilidades para la explotación de recursos naturales. Su arribo también responde a que algunas han logrado alcanzar eficiencias en sus respectivos países y han tenido que salir a buscar nuevos mercados, como el Perú, donde puedan seguir creciendo. Es el caso de la estatal colombiana ISA, que cubre cerca del 80% del mercado colombiano.Carlos Ariel Naranjo, gerente general de Red de Energía del Perú, de la cual ISA es 100% propietaria, indica que en el caso del Perú, la empresa colombiana ya tiene el 77% de participación en el mercado de transmisión eléctrica. Con similar éxito, ISA también tiene presencia en Brasil, Bolivia y Ecuador. Esto la ha llevado, incluso, a evaluar nichos de negocio distintos al eléctrico, como la construcción de infraestructura -por ejemplo, carreteras y pistas-, en Colombia.Naranjo sostiene que también lo esperan hacer en el Perú a través de Proyectos de Infraestructura del Perú (PIP), brazo constructor de ISA, que se ha encargado de levantar las numerosas líneas de transmisión de sus empresas Transmantaro y Red de Energía del Perú.