Sincronizados como las almas políticamente gemelas que dicen ser, ayer el presidente Alejandro Toledo y el embajador Fernando Olivera se aparecieron en el hall de ingreso de Palacio de Gobierno para anunciar --a los cuatro vientos y pese a quien le pese-- que la alianza de sus movimientos, Perú Posible y FIM, está en su mejor momento. Acompañados por algunos integrantes del grupo de la escoba (no vimos a Heriberto Benítez), el 'Cholo' y 'Popy' señalaron que su unión es sólida, principista, democrática, responsable y amistosa. Ah, y también leal, por si quedase alguna duda del nivel de compromiso y sinceridad de ambos líderes. Curiosamente, esta pública constatación de que la química entre ambos está intacta ocurre un par de días después de que Toledo enmendara unas apresuradas afirmaciones de Olivera respecto de probables cambios en el Gabinete."El FIM es un aliado defensor de la gobernabilidad y la lucha contra la corrupción, y esta alianza está más sólida que nunca", manifestó orgullosísimo el mandatario, que luego --en un muy emotivo arranque de honda camaradería-- se dirigió a Olivera para decirle: "Fernando, muchísimas gracias, porque en los momentos difíciles siempre he podido contar con la fortaleza moral y leal del FIM". La declaración del presidente, para felicidad de la platea periodística, quedó coronada con un abrazo de amigos de barrio, compañeros de carpeta o patas del alma.A su turno, Olivera recordó que la afinidad entre PP y el FIM nació el 30 de mayo del 2001, y después de destacar los logros del Gobierno, sintetizó el espíritu de la alianza, devolviendo los cientos de flores que antes le había lanzado el presidente. "Aquí solo hay principios, nunca hubo ni habrá otro tipo de intereses. Nosotros contribuimos a la defensa de la democracia; por eso, es lamentable que haya quienes quieran buscar enfrentamientos donde no los hay", remató el embajador del Perú en España, colocando la obvia cereza de dramatismo mediático que necesitaba el pronunciamiento.