El presidente de Bolivia, Evo Morales, anunció ayer que las negociaciones para nacionalizar varias compañías eléctricas en su país controladas por capitales extranjeros van "bien" y que el sector ferroviario también estaría en la mira de su Gobierno. Morales busca un mayor control estatal sobre la economía con la nacionalización de recursos naturales como el gas y la minería, así como de la mayor firma de telecomunicaciones del país. Entre las afectadas están la eléctrica Corani, de Ecoenergy International, subsidiaria de la francesa GDF Suez; Guaracachi, de la empresa británica Rurelec PLC y Valle Hermoso, manejada por el grupo internacional Bolivian Generating Group.