La actividad minera en nuestro país se encuentra en pleno auge y da señales claras de ser un buen conductor de la economía nacional. De ahí que es, obviamente, un derrotero del que no hay por qué apartarse, pues basta indicar que el Perú ha logrado ubicarse entre los diez primeros países en producción minera a escala mundial. Empero, todavía hay una errada percepción de cierto sector que sigue condenando a esta actividad y marcando una obtusa distancia de la realidad al no reconocer la vital importancia que tiene la minería para el progreso y el desarrollo nacionales. Ahora que la crisis económico-financiera internacional ya tocó fondo, todo indica que el sector minero emprenderá, de nuevo, una buena racha, ya que el Perú tiene un gran potencial para atraer nuevas inversiones mineras, ya que hay probadas reservas. No en vano, nuestro país figura entre los primeros productores del mundo en diversos metales. Por ello, ocho de las diez compañías mineras más importantes del mundo desarrollan algún tipo de proyecto en nuestro territorio. Hay que tener presente, además, que el Perú, en el ámbito mundial, es uno de los seis países que captan mayor inversión minera en exploración, y en Latinoamérica, es el primero. En este sentido, las empresas de avanzada, como las compañías mineras, no solo requieren de instalaciones, equipos y maquinaria moderna, sino también es fundamental que manejen muy bien el tema de la responsabilidad social corporativa, pues, el gran reto del sector minero es tender un puente confiable y sólido con las comunidades. De ahí que se puede establecer, con medidas modestas y fáciles de implementar, estratégicas alianzas con las comunidades donde operan las mineras, con la finalidad de llevar progreso y desarrollo a estos pueblos. Por ello, a la fecha, más de ocho millones de peruanos se benefician de algún modo con los programas sociales que progresivamente implementan las empresas mineras. En la actualidad, hay más de 200 programas sociales integrales de desarrollo sostenible, implementados por 80 empresas mineras, en 20 regiones del país. La evidente finalidad de la responsabilidad social es desarrollar y fortalecer la actividad comercial a la par del progreso minero, y sustituir la actividad económica minera por la industrial cuando la mina se agote. Vale decir, se trata de construir una economía sostenible a su alrededor. En suma, esta importante ubicación del Perú en cuanto a la producción minera se debe, en gran medida, a que se dan las condiciones ideales para la inversión, entre ellas: la abundancia de los recursos, la enorme capacidad minera y, sobre todo, la estabilidad política, económica y jurídica. Otro punto a favor de la minería peruana y que se distingue a los lejos como una ventaja competitiva en toda la región es la riqueza y la gran variedad del potencial geológico peruano.