El ex jefe de la Dirección Nacional contra el Terrorismo (Dincote, hoy Dircote) general PNP Ketín Vidal ha hecho un severo y preocupante diagnóstico sobre el accionar senderista en los últimos años, a partir de lo cual ha lanzado alertas y sugerencias que no podemos desoír. En entrevista exclusiva con El Comercio, al cumplirse 17 años de la captura del cabecilla senderista Abimael Guzmán, el gestor de la histórica operación que marcó la caída del movimiento terrorista, ha sido claro y enfático en sus opiniones al calificar como fracasada la política antiterrorista del gobierno, no solo del actual sino también de los anteriores. Con conocimiento de causa, Vidal ha dicho que las facciones senderistas asentadas en el Huallaga y el VRAE actúan muchas veces coludidas con el narcotráfico al que protegen. Pero no solo allí. Asimismo, acota, han logrado infiltrarse en áreas urbanas de Huancayo y Lima, donde realizan labores de agitación y propaganda en colegios y universidades. ¿Qué significa esto? Pues que la política estatal contra estas nuevas facetas del terrorismo no está funcionando y se está permitiendo que esta lacra, más peligrosa cuando actúa en simbiosis con el narcotráfico, opere con alevosía e impunidad. Es más, ha acotado que "si no se desarticula la facción que viene actuando en el VRAE, el grupo puede seguir creciendo" y, de permitirse ello, sí podría constituir un riesgo para el Estado a mediano plazo. (Edición Domingo 13-09-09)