Una nueva traición al país en materia energética cometería el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, si no rechaza el proyecto de acuerdo presentado por Transportadora de Gas del Perú (TGP) y Perú LNG para modificar el contrato de uso del ducto que llevará el gas, con el único objetivo de beneficiar la exportación. En el 2000, el Estado y TGP firmaron un contrato Boot (construcción física de infraestructura por parte de la empresa, que luego transfiere al Estado) de transporte de gas natural, que en su subcláusula 9,6 establecía que por un periodo de 10 años (que se contabilizaría a partir de su funcionamiento) transportaría de manera única y exclusiva las reservas del lote 88 destinadas al mercado interno. El decenio de exclusividad comenzó a correr en agosto del 2004, por lo que hasta agosto del 2014 el ducto de TGP no podrá transportar ni una sola molécula de gas destinada a la exportación ni proveniente de otro lote distinto al 88.Sin embargo, amparándose en una modificación del reglamento de transporte de gas por ductos del 2007, TGP firmó un contrato con Perú LNG, miembro del consorcio encargado de la exportación, a fin de usar el citado ducto para el traslado de gas proveniente de otros lotes y cuyo destino sea la exportación, teniendo en cuenta que se prevé que a partir del 2010 se comience a exportar el recurso a México. Ante ello, el Colegio de Ingenieros del Perú (CIP) remitió una carta al titular del MEM el 9 de setiembre en la que advierte que el acuerdo entre TGP y Perú LNG "desconoce y viola el numeral 9.6 del contrato mencionado".