¿Cómo la mediana minería se ha asociado con la minería artesanal para desarrollar proyectos? El proyecto puneño de Ollachea, desarrollado por Minera IRL, es una muestra de ello y sus lecciones pueden servir para formalizar una actividad cuestionada. El proyecto de exploración minera Ollachea, en Puno, no sería diferente a cualquier otro proyecto minero sino fuera porque su puesta en marcha involucró conseguir la confianza de la comunidad, caracterizada por una fuerte presencia de mineros artesanales. INICIOS Y OBRAS. Diego Benavides, presidente ejecutivo de Minera IRL, desarrolladora del proyecto Ollachea, cuenta que la primera vez que fue a esta localidad lo quisieron linchar. "Recién al tercer viaje me dejaron entrar al pueblo", revela. Lo primero que hizo la empresa para poder empezar a comunicarse con los pobladores de Ollachea fue construir un centro comunitario, "sin ninguna condición", dice. El proceso rindió sus frutos y después de 15 meses se firmó un primer acuerdo que obligaba a la empresa a contratar trabajadores de la comunidad. Entonces, empezó la segunda etapa, que consistió en capacitar a los mineros informales, aunque Benavides se niega a llamarlos así. "No es justo, en la medida en que no se les dan las herramientas necesarias para formalizarse". Por eso los llama mineros históricos.