Las multinacionales anunciaron querellas contra la nueva Ley de Hidrocarburos, en vigor desde el martes en Bolivia.La privada Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), que congrega a 20 firmas de Europa, Asia, EEUU, Brasil y Argentina, reaccionó adversamente. Como medida de contingencia anunció el congelamiento de inversiones en el país donde han invertido unos 3,500 millones de dólares, entre 1997 y 2002. Sin embargo, continuarán operando en el país.La organización confirmó que cada petrolera contestará por separado la ley que calificó de confiscatoria y cuya aplicación "afectará negativamente las futuras inversiones y el desarrollo de la industria en circunstancias en las que el país más lo necesita".La actual ley eleva el pago de impuestos no acreditables ni deducibles -por gastos y costos- a 32% y ratifica en 18% las regalías. Por su parte, el titular de la influyente Confederación de Empresarios de Bolivia, Roberto Mustafá, deploró que la norma "inviabilizará el país".