ProInversión, la agencia estatal encargada de promover la concesión de proyectos de inversión, acaba de poner en marcha una estrategia de comunicación que está incluyendo mecanismos usuales como la difusión de spots en la televisión, pero también el uso de otros "no tradicionales" como recurrir al propio presidente Alan García como vocero. El mandatario anunció ayer, luego de reunirse con los funcionarios de la agencia, que en los próximos seis meses serán concesionados y licitados proyectos por US$ 6,000 millones, que además generarán más de 300,000 puestos de trabajo.Agregó que, semanalmente, ProInversión realizará convocatorias, una parte del anuncio presidencial que a lo mejor se convertirá en un dolor de cabeza para la agencia, habida cuenta de que preparar una concesión toma bastante tiempo, ya que hay que considerar aspectos legales, recabar documentación y, lo más difícil, promover los proyectos y atraer el interés de los inversionistas. Por tanto, de nada serviría tener una cartera plagada de proyectos, si no se consigue que haya participantes en las licitaciones.Las concesiones, sobre todo las de gran envergadura, son procesos que por naturaleza toman tiempo para madurar. Lograr que los plazos no se alarguen más de la cuenta dependerá de la disponibilidad de recursos humanos y logísticos de ProInversión, pero principalmente de su capacidad para comunicar adecuadamente los beneficios que esos proyectos traerían a sus audiencias relevantes, los llamados ‘stakeholders’.Y los principales ‘stakeholders’ son también los más complicados: las poblaciones de los departamentos donde se ubican los proyectos, así como los gobiernos regionales y municipales. Por citar un caso, el Gobierno Regional del Cusco está exigiendo garantías para apoyar el proyecto Majes-Sihuas II, pues involucrará el trasvase de aguas de la cuenca del Amazonas hacia la costa.Será entonces muy útil para su trabajo que ProInversión optimice el uso de los recursos con que cuenta y que se le asignen los necesarios para la tarea que le espera, pero principalmente que tome en cuenta que promover la inversión también significa comunicar y concertar. Hay que desterrar esa costumbre heredada de la década pasada de hacer las cosas sin consultar ni informar.