El 28 de julio del 2004 se creó la Comisión Nacional de Productos Bandera (Coproba), y el balance tras cinco años de existencia arroja resultados más bien modestos. Por ejemplo, no se conoce si los nueve productos que conforman la lista cuentan con sus respectivos planes de promoción o si, de existir alguno de ellos, están siendo implementados. Es cierto que se han logrado avances, como la norma técnica de la fibra de alpaca o el comité técnico de normalización para la maca, pero no se percibe que exista una política de promoción organizada e integral.Coproba está conformada por representantes del Estado, de los ministerios de Comercio Exterior y Turismo (que la preside), de Agricultura, de Relaciones Exteriores, Indecopi, Promperú y los gobiernos regionales, así como del sector privado (ADEX, SNI, Canatur, Comex Perú, Cámara de Comercio de Lima, AGAP, etc.). Su Secretaría Técnica está a cargo de Promperú y cada producto bandera tiene su propio comité especial (Ceproba), el cual está a cargo de una institución privada.Esta estructura parece apropiada, pues en teoría recoge la experiencia de cada organización para impulsar la promoción de los productos bandera, sobre todo en el exterior. Sin embargo, el poco avance observado desde el 2004 demuestra que existen debilidades que deben ser subsanadas. Quizás se trate de falta de recursos (monetarios y humanos) o de duplicidad de funciones, puesto que el país cuenta con una entidad especializada en la promoción de exportaciones (Promperú). Lo cierto es que algo está mermando la capacidad de Coproba para montar una estrategia de promoción de gran envergadura.Si algunos productos bandera están generando titulares, como la gastronomía y los US$ 1,500 millones que mueve en el extranjero o el café y sus US$ 600 millones en exportaciones, tales cifras no pueden atribuirse al trabajo de Coproba. Otros como el algodón, que ahora está bajo la amenaza de la importación de hilados de menor calidad, o el pisco, que no puede dar el gran salto exportador, sí requieren mayor atención de la entidad que fue creada precisamente para eso. Más recursos y evaluar la conveniencia de asignar a Promperú la gerencia de los Ceproba podrían mejorar la eficiencia de este esfuerzo.