UNA RENEGOCIACIÓN CON POCOS DETALLES
31 de agosto de 2009

La llamada renegociación del contrato del gas de Camisea deja pendientes varias interrogantes que merecen ser absueltas. Para empezar, falta algo tan elemental como la difusión del acuerdo entre el Gobierno y las empresas del consorcio. Para discutir el tema conviene conocer cada detalle e incluso saber cuál fue la propuesta inicial del Ministerio de Energía y Minas para poder juzgar su capacidad negociadora.No hay que perder de vista que está en juego un gran recurso natural que si bien requería de compromisos de exportación para concretar su infraestructura, aquellos no pueden afectar el creciente consumo interno.No sé hasta qué punto asegurar temporalmente el lote 88 para el abastecimiento local sea un gran triunfo para el Gobierno, cuando esa posibilidad era asumida por los operadores de Camisea como algo natural, pues cifraban sus esperanzas exportadoras, en un primer tramo, en el lote 56. Y finalmente, es necesario que los voceros de las empresas operadoras salgan a explicar sus acciones para evitar de ese modo que un ministro y su viceministro aparezcan como los únicos emisarios de las bondades de la adenda al contrato. Un mal manejo de este complejo asunto puede generar consecuencias no solo económicas sino políticas y sociales, señala el periodista Juan Zegarra.