Desde hace siete días la empresa Caña Brava ya produce etanol en el corazón de Piura, pero sus operarios "recién están aprendiendo a cortar la cabeza y la cola" de un proceso de destilación en el que se obtendrá por primera vez en el Perú un alcohol combustible de 99,9% de pureza. Al empezar la destilación, los técnicos de Caña Brava controlaron minuciosamente el proceso para saber el momento en que dejarían de brotar los esteres (el primer producto de la destilación) para dar paso al etanol. Y con la misma precisión de un relojero, controlaban la cola o parte final de un proceso en el que sale un alcohol de menor calidad.