La toma de la represa de Huallamayo de Enersur y la retención de 13 policías y cuatro vigilantes por aproximadamente cuatro mil campesinos de la comunidad de Paucartambo, en Pasco, dejaron severos daños económicos en bienes y producción de energía. Luego de realizar las evaluaciones, Enersur determinó que se perdieron US$300 mil por los destrozos ocasionados y la falta de producción de energía.César Picciotti, jefe de Comunicación Interna y Externa de esta hidroeléctrica, manifestó que los campesinos dañaron tableros de control de la presa y máquinas excavadoras, destrozaron la caseta de vigilancia y sustrajeron equipos de cómputo, además de averiar los sistemas de control de cámaras filmadoras que cuestan, cada una, alrededor de US$5 mil. Asimismo, se dejaron de producir 110 megavatios (MW) de energía.