A dos años del sismo que afectó el sur chico, el Gobierno tiene muy pocos avances que exhibir. En Ica, el hospital de Essalud todavía funciona en lo que antes fue un supermercado y recién en octubre se iniciaría la edificación del nuevo hospital regional (a cargo del Ministerio de Salud). En ciudades como Pisco o Chincha, el panorama es más lamentable y ni qué decir de las poblaciones pequeñas y más alejadas.Es vergonzoso que las autoridades dediquen el tiempo a acusarse mutuamente por los pobres resultados de la llamada reconstrucción, en lugar de reconocer sus fallas, pues este fracaso no es culpa de alguna institución en particular, sino de todo el Estado, empezando por el gobierno nacional, los gobiernos regionales (de Ica y Lima Provincias), los municipios provinciales y distritales de las zonas afectadas y la representación parlamentaria, más ocupada en sus intereses que en sus votantes.Tras el sismo, se anunció con entusiasmo la creación de una agencia que coordinaría las obras y la distribución de los recursos, Forsur, pero desde un inicio su labor fue obstaculizada por quienes debieron ser los primeros en apoyarlas: las propias entidades estatales. Si bien existen casos que están funcionando como el "Bono 6000" que otorga materiales y brinda asesoría a los damnificados para que levanten sus casas, la imagen general de la presencia del Estado tras el terremoto se asocia más con la improvisación, el desorden y la desidia.Lo preocupante es que no estamos preparados para una nueva tragedia y si el Gobierno está buscando que el Perú mejore drásticamente su competitividad, haría bien en seguir el ejemplo de Japón, China o Italia, países sísmicos, que no esperan años -ni siquiera meses- para iniciar la reconstrucción tras ser asolados por terremotos. Sin ir muy lejos, Colombia implementó una planificación urbana moderna en Armenia, devastada por un sismo en 1999. En julio pasado, la Cumbre del G8 se celebró en L’Aquila, ciudad italiana que apenas tres meses antes había sufrido un sismo devastador. El Gobierno de ese país buscó reactivar la economía de la región y mostrar su solidaridad con los damnificados. En el 2008, ninguna de las decenas de reuniones del APEC se llevó a cabo en Ica o alrededores.