Bolivia busca desactivar la presión de pueblos indígenas cercanos al Gobierno y un movimiento cívico que, arguyendo tanto preocupaciones ambientales como políticas, han logrado frenar dos proyectos petroleros en el país que representan inversiones por unos US$ 1,300 millones.Evo Morales llamó a las comunidades que se oponen a un proyecto en el norte amazónico, que es una sociedad entre la estatal boliviana YPFB y su par venezolana PDVSA. "Quiero pedirles a algunos dirigentes, que no perjudiquen la exploración del petróleo para La Paz", en el norte amazónico, dijo Morales.