En los últimos años un poderoso grupo lobbysta ha cambiado las políticas públicas para dar pase a una explotación del gas en abierto conflicto con la nación. Así lo denuncia el investigador Manuel Dammert quien indica que dicho lobby lo forman las empresas de Transportadora de Gas del Perú (TGP), encargada del transporte del gas de Camisea. Es decir, Tecgas N.V (Tecgas), Hunt Oil Company of Perú L.L.C (Hunt), Pluspetrol Resources Corporation (Pluspetrol), SK Corporatton L´ Enterprise Nantional Sonatrach (Sonatrach) y Graña y Montero S.A.A (G&M)."La base para esta desnacionalización es priorizar la exportación, sin obligación de invertir en la búsqueda de nuevas reservas. El poderoso lobby entregó el lote 88 y 56 a un grupo de empresas, comprometidas sobre todo con la exportación, y que se consideran dueñas del petróleo y el gas del Perú. Así, se han entregado a poderosas ambiciones, ocultas tras una maraña de empresas consorciadas, que tienen un núcleo central. Son las empresas Hunt Oil, Tactrebel, Techint y Repsol (que controla a Pluspetrol). Dichas empresas se han apoderado en los últimos años de este recurso estratégico apoyado desde el poder político", dijo.