Un millonario gasto le costaría al país las consecuencias del "negociado" que se hiciera durante el gobierno de Alejandro Toledo cuando se cambiaron los contratos de Camisea para anteponer los intereses del proyecto pro exportador del gas natural. Y es que según el decano del Colegio de Ingenieros del Perú, Carlos Herrera Descalzi, la exportación de nuestro recurso al país azteca además de ser un negocio nada rentable por donde se le mire -ya sea por las escasas reservas que apenas alcanzan para el consumo local y por los irrisorios precios de venta y regalías- le podría costar al Perú, a partir del 2010, aproximadamente US$ 44 mil millones, monto que serviría para reemplazar (comprando a otro país) los 4.2 trillones de pies cúbicos (TCF) que se venderían. "De concretarse la exportación de gas- que esperemos no sea así- el Perú tendría que importarlo por ejemplo de Trinidad y Tobago, es decir, pagando US$ 10 por el millón de BTU por los 4.2 TCF que nosotros exportaríamos a México a solo US$ 0.16", precisó.