Alrededor de tres mil personas asistentes al coliseo cerrado de La Oroya fueron testigos ayer de un abierto debate entre el ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, y el vicepresidente corporativo de asuntos ambientales de La Oroya, José Mogrovejo, sobre los mecanismos que se requieren para lograr una solución al problema de la paralización de las operaciones de Doe Run y del cumplimiento de su Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA). Finalmente, ambas partes no llegaron a acuerdos concretos. Por su parte, los trabajadores de los tres sindicatos de la minera Doe Run (obreros de la fundición, la refinería y empleados) anunciaron que este domingo iniciarán una nueva protesta, ya que ni el Gobierno ni la empresa logran solucionar el problema y ponen en riesgo sus empleos. Doe Run solicita ampliar nuevamente el PAMA al Gobierno por 30 meses, lo que permitiría iniciar una serie de gestiones orientadas a retomar sus operaciones detenidas en junio pasado. Sin embargo, el Gobierno indica que hasta el momento la minera no ha ofrecido ninguna garantía de que cumplirá el PAMA, que es un programa que reducirá la contaminación que sufre La Oroya, ocasionada por la fundición de Doe Run.