Una de las razones esenciales -y que a veces pasa inadvertida- de la existencia del desempleo es la falta de competitividad y grado de educación por parte de la población. Hace tres o cuatro años los empleados tenían menor nivel educativo que los desocupados; por otro lado, no era raro encontrar a ingenieros, contadores o administradores, improvisando negocios o haciendo las veces de taxistas. Por eso, como buen índice de la evolución económica y el desarrollo de varios rubros industriales en nuestro país, durante el primer trimestre de 2005 se incorporaron más de 28 mil peruanos profesionales a la Población Económicamente Activa (PEA), cifra mayor a la registrada el año pasado en este mismo periodo.No obstante la preferencia por las carreras cortas y técnicas, se demuestra claramente que 13,300 de estos nuevos profesionales tienen educación universitaria y 14,900 profesionales provienen de institutos superiores. Esta información proporcionada por el Instituto Nacional de Estadística (INEI) explica que el incremento de profesionales con trabajo en Lima y en otras provincias se debe a que la economía está creciendo empujada básicamente por el despegue de la agroexportación y la minería.