Una peligrosa pero innegable falta a la Constitución del Perú habría cometido el presidente Alejandro Toledo al ascender irregularmente al cargo de general a dos de sus amigos en las Fuerzas Armadas. Aunque el tema es ya conocido por la opinión pública, esta vez, el testimonio de los comandantes generales de la Fuerza Aérea del Perú, José Graham, y del Ejército, Orlando Denegri, corroboran lo que inicialmente fue sólo un escandaloso rumor.Según el reportaje del programa La Ventana Indiscreta, en noviembre de 2004, los ascensos a las Fuerzas Armadas estaban a punto de concretarse y el presidente Alejandro Toledo convocó por separado a Graham y Denegri a quienes les ordenó que ascendieran al grado de general a dos amigos suyos: a su piloto en el avión presidencial, el coronel Luis Muñoz; y a su ex jefe de escolta, el coronel Carlos Farach Inga. Ambos generales sabían que ninguno de estos dos oficiales merecía el ascenso porque no reunían el puntaje necesario, en consecuencia, lo que el Presidente pedía estaba fuera del reglamento y de lo que ordena la Constitución Política. Sin embargo, Toledo insistió y para Graham y Denegri no quedó otra salida que renunciar.