Con el desarrollo de las empresas mineras en el Perú surgió también la necesidad de contar con una fundición en el país que reemplazara a los proveedores extranjeros, constituyendo así Metalúrgica Peruana S.A. (Mepsa).Y aunque se creó legalmente el 12 de mayo de 1960, fue en julio de 1964 cuando recién su planta -ubicada en el antiguo campo de entrenamiento de la Guardia Civil en el Cercado de Lima- inicia operaciones.Así, poco a poco la empresa -que suministraba bolas de molienda y piezas fundidas a sus propias dueñas: las compañías mineras- se convirtió en la primera fundición de hierro de gran magnitud con una planta de 128,000 m2, pues si bien existían diversas fundiciones, especialmente extranjeras, estas eran de pequeña y mediana magnitud.