Dentro de 48 horas el Congreso conocerá qué cambios urgentes de índole legal-administrativo requieren el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) y el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec) para que los 15 millones de electores podamos ir tranquilos y sin contratiempos a las urnas entre los años 2005-2006. Y es que, revisando el cronograma electoral vigente, advertimos que habrá peruanos --sí, los mismos que según las encuestas repiten que el 92% de nosotros no queremos saber nada de la política-- que irán más veces a las ánforas electorales que en ninguna otra parte del mundo: cinco veces en 16 meses. De ahí la necesidad de dictar a tiempo los correctivos que requiere el cronograma preparatorio del Sistema Electoral. Con ello buscará evitarse dificultades técnicas hasta noviembre del 2006, sea porque el Poder Ejecutivo no giró a tiempo los recursos financieros o porque se retrasó la impresión de las cédulas de votación, debido a que es muy corto el plazo para el cumplimiento de las licitaciones que exige la ley. Por eso es casi seguro que se modificará la legislación electoral vigente, con el fin de que cuando el Poder Ejecutivo dicte el decreto supremo de convocatoria se fije un plazo perentorio para que el Ministerio de Economía y Finanzas autorice la transferencia de partidas a los entes electorales y evitar así que sus autoridades desfilen ante ese despacho para "mendigar" sus requerimientos.