Desde hace más de quince años tenemos en el Perú que seguir un procedimiento para obtener un "área". Usted es atendido en una oficina, sin esperar demasiado, por personal capacitado que le brinda todo tipo de información, y le entrega el resultado de su solicitud en treinta días, en promedio. Usted no tiene que llamar a ninguna autoridad, ni conseguirse la tarjeta de nadie. Todos son atendidos con igual esmero y transparencia, pues no hay información reservada ni privilegiada para nadie.Este procedimiento, desarrollado por funcionarios públicos peruanos, es considerado como "state-of-the-art" en su clase por el Banco Mundial, que lo ha difundido en muchos países. Funcionarios chilenos miran con envidia su simplicidad y transparencia, y admiran la decisión peruana de abandonar el procedimiento anterior que ellos todavía conservan.¿No cree todavía? Pues se trata del procedimiento para obtener un título minero. Usted acude a una oficina del Ingemmet-Inacc (también tiene varias oficinas en distintas ciudades del interior) solo llevando las coordenadas UTM del área que quiere solicitar, o también puede verlo en Internet. El funcionario le explicará que el área mínima es de 100 hectáreas y solo lo puede hacer en áreas libres y concesionables. Le mostrará enseguida un mapa de todo el Perú en cuadraditos; usted ubicará el lugar y si está libre y fuera de un área urbana, área natural, etc., podrá continuar el trámite. También recibe información de quienes son sus vecinos.Si usted ha llegado a este punto y recuerda todos los trámites engorrosos que realizó para inscribir su casa o terreno, o peor aún cuando quedó enamorado de un lote eriazo frente al mar, o soñó con tener una "chacrita", y que le hicieron finalmente desistir y olvidarse del tema, le pido que se una a esta causa: no destruyamos lo bueno, imitémoslo. Nuestro país necesita de inversión en todo: agricultura, turismo, infraestructura, etc. Repliquemos este procedimiento, desarrollado íntegramente por peruanos, en las municipalidades, en una oficina de propiedades rurales, donde podamos evaluar sentados en Cusco o Iquitos, si podemos construir una casita en esa playa que vimos antes de llegar a Huarmey, o tal vez en ese paraíso cuando navegamos en Madre de Dios. Esto es posible con las herramientas informáticas de hoy.Y cuando nos digan que sobre la plaza, la laguna o peor aún, sobre nuestra casita de playa, chacrita o albergue turístico, hay una concesión minera, sigamos durmiendo tranquilos. Los títulos mineros tienen una serie de restricciones, que figuran en el documento expresamente, como que deben respetar la infraestructura pública, monumentos históricos, riberas, así como obtener el permiso del propietario del terreno superficial, las licencias ambientales y todas las autorizaciones legales, antes de iniciar cualquier labor, señala la ingeniera María Chappuis.