EL EXTRAÑO CASO FORSYTH
6 de mayo de 2005

Fue un aviso que sonaba a adivinanza.El martes 3, ocupando casi media página, uno de los estudios de abogados más conocidos de la ciudad anunciaba un cambio de nombre y de realidad.El texto del aviso era corto, en apariencia claro, pero en verdad misterioso:"Los socios del Estudio comunican que el Dr. Albert Forsyth S. ha dejado de pertenecer a nuestra insitución, la que en adelante se denominará:Muñiz, Ramírez, Pérez-Taiman & Luna-Victoria, abogados".Arriba, el logo del estudio: cinco columnas presuntamente greco-romanas juntas, en probable alusión a los cinco socios principales del estudio. Pero ahora, solo había cuatro apellidos bajo ellas.En el mundo de los estudios caros (o principales, si se prefiere), de abogados, la discreción es una virtud frecuentemente más valorada que la inteligencia.Sin embargo, este breve aviso era, por sí mismo, un escándalo silencioso. Una declaración implícita de repudio, una decisión tomada a un alto precio.¿Qué había pasado?Aquí les contamos la historia.El asunto reventó el jueves 28 de abril.El abogado Juan del Busto, socio del estudio Rodrigo, Elías y Medrano, llegó al estudio Muñiz, Forsyth, Ramírez, Pérez-Taiman & Luna-Victoria, con una carpeta de menos de 100 páginas en el maletín.El efecto de la lectura de la carpeta fue, a tenor de ciertos testimonios, como si hubiera reventado una granada aturdidora entre los socios.Del Busto traía la representación de una compañía que hasta hace pocos años había sido cliente del estudio Muñiz, Forsyth, Ramírez, Pérez-Taiman & Luna-Victoria: la constructora alemana Züblin.Züblin es una compañía especializada en construcción minera. En el Perú, trabajó por varios años contratada por Yanacocha. Su asesoría legal en el Perú estuvo en manos del estudio de los cinco apellidos. Pero ahora, cuatro de esos apellidos se enteraban de que el quinto socio: Albert Forsyth (que no estuvo presente en esa reunión), había asesorado por su cuenta a Züblin, sin informar a sus socios. Que lo había seguido haciendo cuando Züblin terminó su contrato con Yanacocha, y que lo había hecho por sumas que llevaron de la sorpresa a la franca estupefacción a sus socios. Pero había más.El informe de Züblin contenía una investigación internacional, policial y contable, sobre Forsyth y otros altos ex funcionarios de la compañía -con levantamiento internacional de secreto bancario-, que buscaba demostrar que Forsyth, en complicidad con los otros funcionarios, había estafado a Züblin (y a través de ella a los clientes de la compañía), por varios millones de dólares.Según el documento acusatorio de Züblin, la magnitud del daño causado por la presunta estafa se expresaba así: Desvío de fondos por $12 millones de dólares. De ellos, Züblin acusaba a Forsyth de haber desviado directamente $ 2 millones 730 mil dólares.La insolvencia de Züblin-Perú; La grave afectación de la imagen de Züblin ante Yanacocha y la SUNAT, entre otros.

  • [República,Pág. 2 - 3]
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