LOS BIOCOMBUSTIBLES NO SON TAN "VERDES" COMO PARECEN
13 de julio de 2009

El señor Ángel Irazola ha respondido un artículo mío (Gestión 06.07.2009) cuestionando mi rigor académico, porque critico que el negocio de los biocombustibles se base en una ley que obliga su uso, sin que estén probadas las bondades de dicha obligación para el cuidado del medio ambiente. Comprendo el interés empresarial del Sr. Irazola. Como gerente de una empresa que hará negocio con dicho producto, su deber es buscar asegurar que haya demanda. En lo que no concuerdo es en que busque que la demanda la ordene el Estado sin una justificación científicamente comprobada. El Sr. Irazola acude al argumento ambientalista para defender los intereses comerciales de su empresa. Sostiene que está en juego la pureza del aire de ciudades como Lima. Lo que yo pongo en evidencia es que medidas presuntamente ‘verdes’ están siendo cuestionadas por comunidades científicas y organizaciones ambientalistas, ya que paradójicamente pueden resultar más perjudiciales que beneficiosas para el medio ambiente.La Comunidad Europea, por ejemplo, está revisando sus políticas al respecto. Ha modificado su objetivo para el 2020 que fijaba en 10% la proveniencia de biocombustibles para transporte, ampliando el concepto a otro tipo de energía renovable; cambio notable a lo establecido hasta el 2008, cuando el objetivo del 10% solo se refería a biocombustibles. Y es que la Comunidad Europea utiliza porcentajes energéticos para una correcta medición de la sustitución de fuentes de energía, a diferencia del Perú, donde la simplificación regulatoria solo toma porcentajes volumétricos. La Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA) ha estimado en un informe reciente que el cambio de objetivo para el 2020 significará la reducción del uso de biocombustibles de 10% a un 6% a 8% del total de energía para el transporte. La EEA menciona además que los posibles efectos de los biocombustibles en el uso de tierras pueden poner en negativo su balance respecto de gases de efecto invernadero. En ese sentido, el Comité Científico de la EEA ha propuesto la suspensión de dicho objetivo por la preocupación de la sustitución de bosques, selvas y pastizales por plantaciones de palma aceitera, soya, caña y otros, en vista de que convierte almacenes naturales de CO2 en sembríos para biocombustibles, liberando a la atmósfera CO2, con un efecto negativo que no compensa la sustitución de los combustibles fósiles.La EEA expone como motivo fundamental que la energía de origen hidráulica, eólica, térmica y otras tienen menos riesgos de causar efectos negativos que la generada por los biocombustibles. Más aún, está en duda la eficiencia energética para motores no diseñados para el uso particular del etanol, habida cuenta del bajo contenido energético de su etanol. "Greenpeace" ha advertido sobre la potencial nocividad de los biocombustibles, señalando que su producción en vez de reducir emisiones, puede incrementarlas significativamente. Ni pasiones ni intereses particulares deben prevalecer sobre la razón. Proteger y mejorar la calidad ambiental es un objetivo que amerita tomar decisiones basadas en evaluaciones integrales, señala Daniel Córdova, director de Postgrado de la Universidad del Pacífico.

  • [Gestión,Pág. 30]
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