¡Qué terrible el espectáculo que viene dando la clase política peruana en su conjunto! En el Congreso, toda la atención ha recalado las últimas semanas en el trabajo de la comisión Villanueva, que al final ha terminado en un limbo inocuo, con tres dictámenes, marchas y contramarchas, pedidos exaltados y broncas menudas. Por su parte, en el Ejecutivo, fuera de toda sensatez y racionalidad, se dedican a tiempo completo a exacerbar artificialmente las tensiones con Chile, llevándolas a extremos que ni el más recalcitrante nacionalista hubiese imaginado.¿Y dónde está la política, la visión de Estado, la atención y resolución del sinnúmero de problemas que nos afectan? Para nuestros dirigentes políticos parecen no existir o no importar. Es el reino de la levedad absoluta, de la menudencia convertida en declaración grave.Pero lo que más crítico y preocupante nos parece es la actitud de los principales líderes políticos del país, aquellos que están fuera del Ejecutivo y del Congreso que miran silentes este espectáculo insensato y estúpido, sin enervarse ni hacer sentir su indignación por la zarzuela en pantalla gigante que la ciudadanía sufre a diario.Concretamente, nos preguntamos dónde están Alan García, Valentín Paniagua, Lourdes Flores, los propios Alex Kouri, Jaime Salinas y demás en la lista de potenciales candidatos, que no se pronuncian enérgicamente, agitan la adormilada conciencia ciudadana y recuperan la visión de Estado que el país ha perdido en medio del pantano de mediocridad en que se ha convertido el gobierno de Toledo.Se necesita algo más que una declaración aislada a un medio de comunicación. Debería convocarse una movilización política que agite las calles y las mentes de los peruanos, la mayoría de ellos resignados a la mala suerte de soportar gobiernos malos o mediocres, como si fuera ya una maldición de la que no podemos escapar.El Perú tiene un potencial de grandeza que nuestros políticos dilapidan de lustro en lustro. Aquél que pretenda representar un cambio y enarbolar las banderas de la renovación radical del país no parece estar ubicado, sin embargo, en el balcón de los mudos en que se ha convertido nuestra enclenque oposición,señala el director del diario La Primera, Juan Carlos Tafur.