Daniel Córdova, director de la Escuela de Postgrado de la Universidad del Pacífico, en su artículo "Etanol: ¿vale la pena forzar la jugada?" (Gestión 06.07.2009), incurre en algunos errores que denotan carencia de rigurosidad académica, cualidad necesaria en el ámbito en que se desenvuelve.El Estado peruano ha firmado en el ámbito internacional una serie de compromisos vinculantes que lo obligan a disminuir la contaminación del medio ambiente, utilizando combustibles menos contaminantes: gas, electricidad, biocombustibles, viento.La Ley 28054 no otorga ningún incentivo a la producción de biocombustibles, solo fija su obligatoriedad y fecha de utilización. Las refinerías, como ya lo han hecho en el caso del biodiesel, comprarán su biocombustible mediante licitaciones abiertas internacionales (apertura comercial e incentivo a la competitividad). En el caso del biodiesel, se compró subsidiado de Norteamérica. Caso en estudio en el Indecopi.El articulista en mención se refiere a "argumentos falaces de protección del medio ambiente". La gasolina necesita una fuente de oxígeno para detonar. En países en vías de desarrollo, aún se utiliza el MTBE, elemento que ha sido comprobado universalmente que es cancerígeno (no hay que inhalar la gasolina cuando se está llenando el tanque del vehículo). La razón del etanol al 7.8% es que con este porcentaje se puede sustituir el MTBE importado, cancerígeno, por el etanol.Según la U.S. Environmental Protection Agency (EPA), el etanol de maíz disminuye las emisiones en 21% y el de caña de azúcar en 56%. Un Nobel de Química no es un experto en emisiones. Según EPA el biodiesel de palma reduce las emisiones en 68%.El Perú sí es exportador de gasolina y lo es porque el diesel, de pésima calidad por cierto (5,000 ppm de azufre, en vez de 10 ppm standard internacional), siempre ha estado subsidiado. Las refinerías han tenido cinco años para adaptarse a las nuevas reglas, tanto para mejorar la calidad del diesel y de la gasolina como el uso de los biocombustibles y no han realizado ninguna inversión. Según el articulista, las refinerías "no cuentan con sistemas de seguridad contra incendios, etc." Debe de ser una equivocación de su parte.Extraña la poca sensibilidad del Sr. Córdova a las condiciones del medio ambiente. ¿Acaso no sufre él y su familia los estragos de la calidad del aire de Lima? Yo sí quisiera que los que habitamos en Lima respiráramos un aire de mejor calidad, señala Ángel Irazola Arribas, Presidente de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APER).