Parado en la puerta de la morgue de Bagua, don Manuel Lagos Reynoso siente que lo embargan la pena, la indignación y la impotencia. Su hijo Manuel Lagos Arrieta, médico, de 30 años, encontró la muerte junto a otras tres personas en la comunidad de Tagkijip, en Condorcanqui, Amazonas, pero él hasta ahora no se explica por qué lo mataron.Varios hechos han aumentado el dolor de la pérdida."Las autoridades del Ministerio de Salud sabían de la desaparición de mi hijo y de sus tres compañeros desde hace más de 10 días, y en ningún momento nos lo comunicaron. Luego, cuando confirmaron el asesinato, tampoco nos avisaron de inmediato", dijo.Su hijo Manuel era médico general, trabajaba en la Dirección de Salud de Bagua desde el 2004 y encabezaba el equipo perdido. En su incursión a la comunidad donde encontró la muerte lo acompañaron el obstetra Juan Carlos Espinar Blondet, el enfermero Marcelo Huamán Carranza y la técnica Gladys Salazar Abad. Los restos de todos ellos fueron recuperados la mañana de ayer de la comunidad citada y trasladados en un helicóptero a Bagua, para la necropsia de ley. Allí se reunieron todos los familiares y, según dijeron, ninguna autoridad les informó sobre las razones del múltiple crimen. Todavía siguen esperando explicaciones.Hasta el momento, se sabe que los brigadistas se comunicaron por última vez con su base, la Dirección de Salud de Bagua, el 20 de abril. Debían contactarse nuevamente el 22 pero la comunicación nunca se realizó. Desde ese momento, en la DISA-Bagua se declaró la emergencia y el equipo itinerante -se le conoce como Elite- fue dado por desaparecido.Fuentes de la zona señalan que ellos habrían llegado ese día o el siguiente a la comunidad de Tagkijip y habrían sido asesinados en esas fechas. La necropsia realizada a los cuerpos confirmaría que tenían varios días de muertos. El Ministerio de Salud informó que a partir del 23 de abril se dispuso el inicio de las operaciones de búsqueda. En ellas participó personal de ese portafolio, el Ejército, la Policía Nacional e incluso pobladores de los poblados cercanos. La búsqueda se prolongó por varios días y la situación fue calificada de "grave".Según han señalado los familiares de las víctimas, las autoridades habrían confirmado la muerte de los brigadistas hace varios días, pero lo mantuvieron en secreto hasta el último momento ante la imposibilidad de recuperar los cuerpos por lo inaccesible de la zona y una inusual agresividad de los nativos.¿El factor amapola?Hasta el momento son varias las hipótesis sobre el múltiple crimen, pero la versión que vincula al narcotráfico con el asesinato no es descabellada del todo. Investigadores que trabajan en la zona advierten que desde hace cinco años se sabe que se están incrementando notablemente los cultivos de amapola, principal insumo para el opio.Una fuente oficial informó que narcotraficantes colombianos llegan a la zona y regalan semillas de amapola a gente que contratan para esta labor.