Cansados de que Doe Run incumpla el acuerdo para un rescate financiero -que, inclusive, tuvo mediación del Gobierno-, los acreedores de la firma están evaluando "castigar la deuda" que les tiene dicha empresa, informó el gerente general de Buenaventura, Roque Benavides.Cuando se castiga una deuda, el acreedor la declara impagable y ya no necesita realizar provisiones por ella. Así, se libra del esfuerzo que le significa sumar recursos para ese fin. Esta parece ser la única solución pues, según Benavides, recurrir a Indecopi no les sería muy conveniente ya que beneficiaría a la propia Doe Run, que es la principal acreedora de La Oroya.