En el año 2000, el número de lotes para explotación de hidrocarburos en el país ascendía a seis. En el 2006 la cifra se disparó hasta 51. El año de las cumbres mundiales (2008), sumaban 81. Si medimos esa cifra en términos de superficie, tenemos que el 72% del Perú está lotizado para extraer petróleo. El 67% de la cuenca amazónica -que incluye a los países amazónicos- destinada a explotación hidrocarburífera, es del Perú.En el mapa de lotes de hidrocarburos de Perú-Petro (que está en inglés en su portal web), se comprueba que incluso la plaza de armas de Iquitos está lotizada. Contradictoriamente, las concesiones forestales, que buscan explotar de manera sostenible el principal recurso de la Amazonía, solo suman el 10% del territorio nacional.Para los economistas Richard Webb, Óscar Ugarteche, Raúl Mauro y Jorge Chávez, el problema es bastante claro: el modelo de desarrollo peruano pone por encima del resto de industrias la exportación de materias primas de carácter extractivo. Modelo, por cierto, de sostenibilidad incierta y discutible.