La primera dama Eliane Karp parece vivir en una burbuja de champán francés. Anoche dijo en un programa periodístico que ella y el presidente Alejandro Toledo viven "muy bien y muy alegremente" en Palacio de Gobierno, aparentemente blindados contra las denuncias de corrupción, las marchas callejeras y los pedidos de vacancia presidencial."Vivimos muy bien y muy alegremente. Somos una pareja muy cercana y yo creo que muy ardiente también", manifestó Karp de Toledo, rubricando la frase con una sonora carcajada que debe haber sabido a chicharrón de sebo a muchos.Un poco antes, la Primera Dama había orientado sus baterías contra la "prensa amarilla", a la que acusó de "chantajearla" para que no diga lo que siente."Ustedes no nos interesan mucho. No vivimos para ustedes ni para complacerlos", declaró.Eliane Karp no dejó espacio a la posibilidad de que la convulsión social vivida recientemente en Ecuador pueda trasladarse al Perú."Este es un país sólido, estable y los empresarios están muy cómodos. No creo que eso pueda ocurrirnos", subrayó.Previamente, la esposa del jefe de Estado criticó abiertamente a quienes quieren verla como una mujer delicada y sumisa."Yo vengo de otro sitio. No pueden moldearme a su gusto", dijo."Soy un animal de otra cultura", agregó la dama pelirroja que, no obstante, se presenta en público con ornamentos y atavíos muy peruanos.