Los sistemas de pagos adelantados del Impuesto General a las Ventas (retenciones, percepciones y detracciones) afectan la liquidez de las empresas y distraen parte de su capital de trabajo, a tal punto que las compañías se ven obligadas a recurrir a préstamos bancarios, señaló Peter Anders, presidente de la Cámara de Comercio de Lima (CCL), en representación de la Alianza Empresarial, formada por la cámara, la Asociación de Exportadores (ÁDEX) y la Sociedad Nacional de Industrias. Incluso, hay casos de empresas que dedican hasta el 30% de su capital para financiar estos pagos adelantados de impuestos, manifestó Víctor Zavala, gerente legal de la CCL.