Lo que debió ser una protesta pacífica se tornó en un verdadero pandemonio por culpa de un grupo de sujetos infiltrados entre cientos de universitarios que, armados con palos y piedras, se enfrentaron a la policía que protegía el local de le prefectura regional ubicado en el centro de la ciudad. La actitud del grupo de universitarios sorprendió a las fuerzas del orden, pues en solo unos minutos se encontraron bajo una lluvia de piedras que lanzaban algunos sujetos . En la sede estatal varios vidrios fueron destrozados, pero no hubo daños personales.El enfrentamiento se inició a las 10 a.m. y duró unos 45 minutos, durante los cuales los policías tuvieron que usar gases lacrimógenos para controlar a los manifestantes.