El insoportable viento helado en la cima de los Andes, a 4.800 m.s.n.m., no inmuta a los casi 250 trabajadores que con grandes maquinarias parecen pequeñas hormigas que recorren caminos zigzagueantes para extraer oro en la mina Corihuarmi, ubicada entre las regiones de Junín y Lima. Corihuarmi (en quechua, mujer de oro), que pertenece a la compañía Minera I.R.L. Limited, cumplió un año de explotación donde logró una producción de 51.691 onzas del metal precioso, es decir, una cifra que supera largamente las 35 mil onzas anuales planeadas.Según Diego Benavides, presidente ejecutivo de la compañía, lo que la diferencia de otras minas es el desarrollo de los programas de vigilancia ambiental con las comunidades, para lo cual emplea la más moderna tecnología minera y cumple altos estándares ambientales.(Edición domingo).