El petróleo tocó el jueves un máximo de siete, luego de que datos estadounidenses mostraron una fuerte caída en las solicitudes de seguro de desempleo, lo que incrementó las expectativas de una recuperación económica que pueda reactivar a la afectada demanda de energía. El crudo estadounidense para entrega en julio subió 2.69 dólares para cerrar a 68.81 dólares el barril, tras haber alcanzado previamente en la jornada los 69.60 dólares, su nivel más alto desde principios de noviembre. El crudo Brent de Londres avanzó 2.83 dólares, a 68.71 dólares.