El ministro de Energía y Minas, Pedro Sánchez, es una persona que denota demasiada tranquilidad. Esto pese a que su cartera debe afrontar problemas muy serios, como es el caso de Doe Run que apunta a desembocar en un problema social. Sánchez aún no tiene una respuesta de cómo resolverá lo que se viene en La Oroya, señala que el tema está en evaluación, y que aún se espera lo que Doe Run proponga. Esta pasividad podría jugar a favor de la empresa. En la siguiente entrevista lo que piensa el ministro sobre el particular. ¿Por qué si los mineros y el Gobierno llegaron a un acuerdo para salvar a Doe Run a fines de marzo la empresa sigue con el mismo problema? Con el apoyo de la empresas mineras se acordó estructurar un acuerdo muy bueno para Doe Run con la condición de que capitalicen una deuda de US$156 millones que tienen con su principal accionista (Ira Rennert). No lo hicieron porque no fue inscrita en Registros Públicos. Entonces todo lo que se acordó quedó sin efecto. En vista de que la empresa está casi en quiebra. ¿Va a poder cumplir con el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) en octubre?Eso lo está supervisando Osinergmin, vamos a seguir con esa vigilancia hasta octubre. Antes no se puede hacer nada. La empresa no tiene dinero para seguir produciendo y dice que no puede financiar el PAMA. El Estado no puede dar financiamiento. Si ese fuera el caso estaríamos en una situación complicada. Inexplicablemente la empresa ha estado diciendo que el Gobierno debe arreglar su problema o debe apoyarla, esto no es coherente porque ya se le dio ayuda, pero todo lo que conversamos antes quedó sin efecto porque no cumplieron.