Aunque la mayoría considera que quizá no pase de ser un acto de buena fe, 21 agrupaciones políticas, de las 25 inscritas, suscribieron ayer el Pacto de Ética impulsado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE), para que los comicios generales de 2006 no se conviertan otra vez en una guerra de insultos.El mismo titular del JNE, Enrique Mendoza, reconoció que el pacto no pretende ser la panacea sino una alternativa para priorizar el debate en torno a programas, rechazando a "aquellos que escarban en la basura del opositor, porque los insultos y el vituperio no son características de nuestra idiosincracia".En este sentido, el máximo representante del organismo electoral hizo un llamado a los partidos y a la ciudadanía a estar atentos y vigilar el cumplimiento del pacto, "porque la democracia no cae del cielo".Se aguardaba la asistencia de los más influyentes líderes políticos, pero Alan García (Apra), Lourdes Flores (UN), Valentín Paniagua (AP) y Luis Castañeda (SN) brillaron por su ausencia.Tampoco acudieron los representantes del Movimiento Nueva Izquierda ni los de las agrupaciones fujimoristas Sí Cumple, Cambio 90 y Nueva Mayoría, que evadieron, de este modo, cualquier compromiso.