La credibilidad de las estadísticas oficiales no puede ser dañada de ningún modo, pues se corre el riesgo de que los agentes económicos, nacionales y extranjeros, dejen de prestarles atención y recurran a otras fuentes más confiables. Ya sucedió en el Perú, durante la época de la hiperinflación, cuando era una consultora privada la que informaba del incremento diario de los precios -pues nadie creía en los datos oficiales-, y está sucediendo hoy en otros países como Argentina o Venezuela. A raíz de los resultados que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) publicó hace dos semanas sobre el comportamiento del PBI en el primer trimestre, más de un analista se ha mostrado sorprendido por el incremento de sectores como servicios, incluida la Cámara de Comercio de Lima, y algunos especialistas han llegado a poner en duda que la economía en su conjunto esté en crecimiento.Por su parte, la Sociedad Nacional de Industrias (SNI) ha advertido que desde enero no recibe información del comportamiento del sector manufacturero, pese a que la ha solicitado reiteradamente al INEI y al Ministerio de la Producción (Produce). Hace unos días, la titular de este portafolio, Elena Conterno, señaló que su despacho había transferido al INEI la medición correspondiente a la manufactura (producción, ventas, uso de la capacidad instalada, entre otros indicadores), que se obtiene mediante la realización de encuestas a alrededor de 2,000 empresas de todo el país.Resulta extraño que el Produce haya decidido transferir esa labor, pues todos los ministerios se encargan de obtener la información de sus respectivos sectores, mientras que el trabajo del INEI es consolidarla y procesarla. En otros casos, lo que llama la atención es la aparente inconsistencia entre los anuncios que hacen las autoridades de los resultados de sus sectores y las cifras que aparecen en los sitios en Internet de sus instituciones.La percepción que existe es que las estadísticas del Gobierno no están siendo procesadas con la debida rigurosidad. Ante esta situación, es necesario que el INEI responda a todas las dudas que han comenzado a surgir a fin de que la credibilidad en las cifras oficiales no se vaya a perder.