Que la crisis internacional está teniendo un impacto mucho menos severo en esta parte del planeta -con algunas excepciones- que entre los países desarrollados, no se debe a un golpe de suerte. Ha tenido que ver con la manera en que, en nuestro lado del mundo, hemos estado manejando nuestras finanzas y economías. Haber sido más papistas que el Papa nos dio buenos resultados esta vez. Y, más sorprendente aún, es que precisamente el Perú esté en la mejor posición económica y financiera de casi todos los países de América Latina, incluso con respecto a Chile, nuestro eterno referente por más de un motivo y la estrella de la región por muchos años. Como nunca.Endeudamiento contenido, controlado y rebajado (incluso, como señala el director del Instituto Peruano de Economía, Roberto Abusada, somos acreedores netos del mercado mundial), reservas internacionales en niveles sin precedentes, un monto muy respetable y razonable de ahorro interno estatal (en el fondo de estabilización fiscal) y privado (sistema financiero muy líquido y los fondos de las AFP), y superávits en las cuentas que nos permiten hoy implementar medidas de acción contracíclica: es decir, podemos gastar en período de vacas flacas porque ahorramos cuando estaban gordas.Y para muestra un botón: el Perú será el único país de Latinoamérica que crecerá por encima del 1% (de hecho se espera que sea entre 3% y 4%) como auguran las proyecciones de muchos economistas e instituciones financieras, los funcionarios optimistas del Gobierno y hasta el propio Fondo Monetario Internacional (FMI). Si bien un crecimiento por debajo de 4%, en el Perú, sí afectará a los niveles de pobreza y empleo -como sostuvo Hugo Santa María de Apoyo-; Chile, Brasil y México tendrán contracciones -estimadas- de -0,5%, -0,4% y -3,7% respectivamente.