El avance logrado para intentar solucionar la difícil situación financiera de la minera Doe Run Perú (DRP) no solo habría retrocedido a su punto cero, sino que se habría complicado luego de que las empresas que iban a intervenir en su salvataje (Cormin, Minera Buenaventura, Sociedad Minera El Brocal, y Glencore) acusaron a DRP de no cumplir con los acuerdos para otorgarle las facilidades financieras a fin de que la propietaria del Complejo Metalúrgico de La Oroya siga operando.Las empresas mineras acordaron otorgarle a DRP una línea de crédito por US$100 millones en concentrados y además garantizarle ante la banca privada un préstamo de US$75 millones. El presidente de Cormin Callao, Ricardo Trovarelli, recalcó que las mineras actuaron de buena fe e intentaron ayudar a DRP. Sin embargo, esta no cumplió con capitalizar una deuda por US$160 millones que tiene con su matriz, el grupo estadounidense Renco, y no entregó sus acciones en garantía al Estado a fin de que cumpla con sus compromisos ambientales.El Consejo Consultivo de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo, y Energía (SNMPE), formado por los ex presidentes de este gremio, se reunieron el viernes pasado con los ejecutivos de DRP y ayer con los de las mineras acreedoras (a las cuales DRP debe aproximadamente US$ 100 millones). Tras la reunión decidió llamar al orden a la propietaria del Complejo Metalúrgico de La Oroya y solicitarle que cumpla con sus compromisos.