Monseñor Pedro Barreto Jimeno, arzobispo de Huancayo y coordinador de la Mesa de Diálogo Ambiental Regional de Junín, dijo que el organismo que representa nunca sugirió como alternativa de solución a la contaminación el cierre de la fundición de La Oroya ni de otra empresa minera, sino que se limitó a exhortar a las compañías a cumplir sus compromisos ambientales y sociales.Reafirmó la importancia de la continuidad de las labores en el complejo metalúrgico de La Oroya, pero precisó que se debe exigir que se cumplan los estándares ambientales y se respeten los derechos de los trabajadores.Señaló además que este es un momento histórico para que juntos, el Estado, el gobierno regional, las empresas mineras, los trabajadores y la sociedad civil den una salida definitiva a los problemas en La Oroya y Junín.