Al indagar en las prefecturas y subprefecturas instaladas a lo largo y ancho del Perú, La Primera descubrió que por ahí habían acatado a pie juntillas la discutible frase presidencial aquí citada, pues hallamos nada menos que a 44 dirigentes de Perú Posible (PP) ocupando dichos cargos.Secretarios y subsecretarios de la chakana, ungidos como autoridades encargadas de representar al Primer Mandatario en sus provincias, pero que al conversar con nosotros nos dejaron la impresión de que a quien representaban era al jefe del partido y no del Estado. A los intereses partidarios y no a los de la población. Y de muestra un botón: Julio Gonzales Cotrina, subprefecto de Atalaya, en Ucayali, nos dijo, muy orgulloso, que él había logrado colocar militantes en Inrena, Educación y Salud. Suficiente para poner sobre el tapete la necesidad de acabar con la percepción del Estado como botín partidario y con las prefecturas que cuestan al país 40 millones de soles al año y que en la práctica de nada sirven.