Javier Silva Ruete es un personaje, si no notable, tremendamente reconocible. Su paso por la política peruana (fue ministro en varias ocasiones y senador en una oportunidad) es indudable y su figura no ha estado nunca alejada de la polémica. Más que una entrevista, sostuvimos con él una conversación sobre la crisis económica que atraviesa el mundo y cómo se maneja el control de daños en los países desarrollados, particularmente en Estados Unidos.También dialogamos sobre el probable (e indeseable) impacto de la crisis en el Perú y cómo, según testimonia ahora el ex director del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el mundo especializado ya se conocía lo que probablemente se venía, y cómo nadie hizo nada al respecto. La crisis económica internacional finalmente y, contra los pronósticos del presidente Alan García y sus funcionarios, ya nos está afectando.Es cierto, pero afecta a todo el mundo. De hecho, a nosotros nos está afectando menos porque hemos sido conservadores y hemos mantenido las cuentas en orden. Además nosotros no tenemos nada que ver.Claro, somos el alumno chancón que paga los platos rotos.Es cierto, y eso no es justo.¿Había manera de prevenirlo?No necesariamente, porque esto es un proceso y estamos en medio de ello. La crisis no está acabando, está en pleno proceso.¿Apenas empieza?No, ya está cumpliendo dos años.¿Y nadie pudo preverlo o dar la voz de alerta?Claro que sí. Yo he sido director del FMI hasta octubre del año pasado y teníamos reuniones semanales y en ellas se nos informaba del deterioro de las condiciones, en ese entonces, solo del sistema financiero. La primera alarma la recibimos entre abril y mayo del 2007. Vimos un tremendo exceso de liquidez en los mercados, que se tradujo en una inmensa oferta de crédito en todos los sectores.(Edición sábado).