El rey de las fusiones en China se acaba de transformar en uno de los funcionarios estrella del gobierno, un acontecimiento que podría descarrilar una de las mayores inversiones del país en el extranjero.Días después de que el presidente del fabricante estatal de aluminio Aluminun Corp of China (Chinalco) sellara la adquisición de una participación en la minera anglo-australiana Río Tinto Corp., una operación de US$ 19,500 millones, dejó el cargo y se intregó al gabinete del país.