LA CAUTELA LLEGÓ A LOS CRÉDITOS DE CONSUMO

La morosidad en los créditos de consumo se acentuó en febrero (2.9%), cuando registró su quinto mes de aumento. Esta nueva tendencia ha ido de la mano con un menor crecimiento de este tipo de colocaciones, que pasó de 42.7% a 24.8% entre agosto y febrero últimos, según información de la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS). Los gerentes de bancos han señalado que estas cifras no están causando preocupación por cuanto son acordes con sus proyecciones, ya que el reacomodo obedece al comportamiento de sus clientes ante la coyuntura.Efectivamente, las personas están dejando de tomar créditos para adquirir bienes superfluos, a la espera de que el mercado emita nuevas señales acerca de la crisis internacional -cuyo impacto se ha comenzado a sentir con fuerza en los sectores financiero y real en el último bimestre-. Habría que señalar que esta conducta cautelosa que ha adoptado el público podría tener algún impacto positivo sobre los niveles de morosidad en los créditos de consumo en el corto plazo.Lo que no se conoce es si los bancos y las casas comerciales asumirán también un comportamiento prudente o si, por el contrario, impulsarán aún más sus campañas para la colocación de tarjetas de crédito, dinero en efectivo o adquisición de bienes suntuarios ´a sola firma´. Tampoco se ha informado si el costo de los créditos de consumo bajará como respuesta a la menor demanda, pues como han señalado representantes de algunos bancos, la caída en las colocaciones responde a que hay menos solicitudes del público para obtener préstamos. Además, habrá que esperar cómo responde el mercado de créditos de consumo ante la reciente notoria reducción que hizo el Banco Central (BCR) en la tasa de interés de referencia (un punto porcentual).Asimismo, es importante que las autoridades que velan por la defensa del consumidor, como el Indecopi y la propia SBS, refuercen sus acciones informativas en materia de difusión del contenido que deben tener los contratos crediticios, en especial en lo concerniente al costo total real de las deudas. Ello con el fin de evitar que las colocaciones vuelvan a crecer en magnitudes que podrían poner en riesgo tanto la capacidad de pago de los consumidores como el nivel de morosidad. "Tampoco se ha informado si el costo de los créditos de consumo bajará como respuesta a la menor demanda".