En el 2000, las siglas GLP (Gas Licuado de Petróleo) eran conocidas en nuestro medio solo por una minoría, generalmente vinculada con el sector industrial; mientras que del GNV (Gas Natural Vehicular) prácticamente no se sabía nada. Sin embargo, hoy la situación de estos dos combustibles es muy distinta. Por ejemplo, la gran demanda, sobre todo en Lima, ha generado la multiplicación de puntos de venta para satisfacer a los 65,000 autos convertidos a GNV, hasta febrero del 2009. Para estos, existen 65 estaciones de distribución y planes de expansión con el fin de alcanzar las 100 estaciones a fines de año. Mientras que para GLP existen 300 estaciones.