LOS ACUERDOS DEL G-20
3 de abril de 2009

Los líderes de los países miembros del G20 (siete desarrollados -G7- y grandes países emergentes) llegaron ayer a una serie de acuerdos, pese a que días antes habían mostrado diferencias sobre los temas que eran prioridad contra la crisis. Aunque inicialmente hubo un enfrentamiento de EE.UU. contra Francia y Alemania respecto a la prioridad entre un mayor gasto para reactivar la economía mundial y la implementación de una mayor regulación del sistema financiero global, al final se optó por un acuerdo moderado. Así, el G20 aportará US$ 1 billón a la debilitada economía mundial, lo que incluye US$ 500 mil millones para el Fondo Monetario Internacional (FMI) y US$ 250 mil millones para financiar el comercio mundial, el cual sufriría un desplome este año por la crisis. No se conocieron detalles, pero se esperaría que el aumento de recursos para el FMI quede a disposición de países en desarrollo afectados por la crisis del crédito, despejando en algunos casos temores de moratoria. Si bien el G20 se pronunció en contra del proteccionismo, sin duda la gravedad que vaya a tomar la crisis hará complicado para algunos respetar dicha promesa. En varios países del mundo, y en especial en los países desarrollados, ya se han implementado diversas medidas proteccionistas, después de que en APEC se comprometieran a lo contrario. Los paraísos fiscales estarían también con los días contados, según otro compromiso del G20, que además acordó una mayor regulación en el sistema financiero mundial, elemento clave para evitar el estallido de una nueva crisis en el futuro. Por el momento, la reacción ha sido buena a los resultados de la cumbre y las bolsas mundiales repuntaron. Sin embargo, dada la volatilidad actual, no sería raro que este renovado optimismo pueda venirse abajo luego de que se conozca alguna cifra negativa. El G20 espera que las medidas acordadas aumenten en 4% la producción mundial a fines del 2010. El tiempo dirá si se desperdició una oportunidad más para dar las medidas correctas y no solo promesas para salir de la crisis (como en la cumbre del 2008, que poco o nada hizo contra turbulencia). De ello depende la recuperación de las grandes economías mundiales, que son los principales mercados de nuestras exportaciones, ya reducidas por la crisis.