El gobierno le otorgaría un crédito a la emprea por US$ 75 millones. Además, el Ejecutivo cuenta con dos opciones de salvataje: la primera es otorgar un préstamo para cubrir la compra de concentrados de minerales para su refinación y de esta manera reactivar las operaciones de la refinería, pues actualmente el 95% de sus operaciones se encuentran paralizadas. La segunda opción que se maneja era que el Estado ingrese como accionista de la empresa y le inyecte el capital necesario. Esto implicaba en la práctica una nacionalización.