La minera Doe Run Perú, propietaria del Complejo Metalúrgico de La Oroya (fundición y refinería), informó que tiene el 95% de sus actividades paralizadas y que aún está a la búsqueda de una solución, ante "el riesgo de una inminente detención total de sus operaciones".A través de un comunicado, la minera culpó de esta situación a la crisis financiera internacional y a la drástica caída de los precios de los metales. En ese sentido, en la búsqueda de una "solución integral", la empresa admitió que realiza coordinaciones con organismos públicos y privados para poder continuar con sus operaciones en La Oroya.Cabe recordar que un sindicato de bancos encabezado por el BNP Paribas, e integrado por el Banco de Crédito y el Standard Bank, levantaron un crédito revolvente de US$75 millones a Doe Run y que le servía para financiar la adquisición de concentrados. Así, esta acción (realizada hace tres semanas) originó que la minera tuviera dificultades para cancelar una deuda de alrededor de US$100 millones.